Cada día

Cada mañana comenzamos de cero, es una ocasión que se nos regala para hacer algo fuera de lo común: bailar y cantar en la calle, mirar a los ojos a un desconocido y sonreírle, hablar de amor pero sobre todo demostrar ese amor a cualquiera que nos encontremos de frente, llorar por la presión de la actualidad o incluso por alguna que otra antigua pena… Es una nueva oportunidad para defender nuestras ideas, para agradecer por estar vivos y poder hacer las cosas que nos gustan, poder disfrutar y compartir con las personas que amamos y también para hacerles saber cuánto las amamos. 

Un día nuevo para expresar lo que está en nuestros corazones, para trabajar en lo que realmente nos gusta, para ser fiel, honesto y de esta manera no desviarnos de nuestros objetivos porque cuando soñamos y queremos algo, el universo entero conspira a nuestro favor. Cada mañana decidimos arriesgarnos aún si salimos derrotados… Porque sabemos que si en ese nuevo día nos equivocamos o algo nos sale mal, siempre tenemos la oportunidad de volver a empezar al día siguiente para intentarlo y hacerlo mejor.  

Cada mañana, una taza de café, sonrisas y “buenos días” para regalar, nuevas miradas y sensaciones hacia las cosas que nos rodean: como la luz del sol, el viento, las nubes y el sonido. Nos renovamos, renacemos como el ave fénix y volamos hacia nuestra meta, hacia nuestros sueños pues es la posibilidad de realizarlos lo que hace que nuestras vidas cada día sean interesantes.