El Prendedor (Guión Adaptación del cuento “El solitario” de Horacio Quiroga)
1. EXT. ATARDECER. CALLE
JAVIER
sale de una casa enorme, cuenta el dinero que lleva en las manos y se lo
introduce al bolsillo. Cruza la calle y sigue caminando, pero al voltear la
mirada observa una floristería en la acera de enfrente, sus ojos hacen énfasis
en la chica que vende las flores, MARÍA, una hermosa mujer delgada de cabellos
rubios. Se detuvo un momento, y decidió cruzar la calle. Allí trató de
disimular observando unas flores, pero su vista se desviaba hacia aquella
joven. Ya salía del lugar cuando María se dirigió hacia él.
MARÍA
(Amable)
¿Qué
deseaba señor?...
Javier
contuvo la respiración, nunca había tenido contacto con una chica, sólo había
intercambiado algunas palabras con sus clientes las cuales en su mayoría eran
señoras.
JAVIER
(Tímido)
Emmm…
me podría vender un ramo de rosas… de cualquier color.
MARÍA
(Amable)
¿Le
sirven rojas?
Mientras las saca y envuelve sus tallos en papel
periódico.
JAVIER
(En voz baja)
Si a ti te gustan…
Y baja la mirada, sacando del bolsillo el
dinero para pagar, María al ver esto entiende su intención, y decide coquetear
con Javier.
MARÍA
(Coqueta)
No
me gustan las rosas, mi flor favorita es el girasol. Pero creo que a cualquier
mujer le gusta que le reglen flores…
JAVIER
(Levanta la mirada)
Pero
tú no eres cualquier mujer. Dame mejor un ramo de girasoles, (Pausa) bueno,
quédatelas porque son para ti.
María
le sonríe.
2. EXT. ATARDECER. CALLE. CAFÉ
Javier
y María se encuentran sentados en un café conversando, Javier se aprecia un
poco más sociable mientras María lo escucha y mira intrigada y curiosa.
3. INT. DÍA. APARTAMENTO DE
JAVIER. SALA
María
con una sonrisa en el rostro limpia y saca objetos de las maletas y bolsas que
allí se encuentran, mientras Javier por un lado con la inexpresión de siempre
ordena unos baúles, pinzas, lámparas y una mesa en una esquina de la sala. Ambos
sin dirigirse la palabra.
4. INT. NOCHE. APARTAMENTO DE
JAVIER. SALA
En
una mesa grande y alta Javier trabaja en un encargo: una joya para un cliente
con mucho dinero. María sale de la cocina con un delantal.
MARÍA
(Obstinada)
¿Y
tú piensas estar allí todo el día? ¡No me ayudas, me tienes como sirvienta,
este no era mi sueño!
JAVIER
(Respira
profundo)
Sí.
Pienso estar aquí, por lo menos hasta que termine estos zarcillos, de esto
vivimos ¿recuerdas?
MARÍA
(Hastiada)
¿A
esto le llamas vida? ¡Desde que vivo contigo no me has dado ni una joya!
5.
INT. DÍA. APARTAMENTO DE JAVIER. CUARTO
María se encuentra cabizbaja sentada en una
esquina de la cama mientras Javier se viste para salir a llevar el encargo.
JAVIER
(Toma un paquete)
Ya
lo hemos hablado, no exageres tanto. Esto lo hago por tener algo…
MARÍA
(Decepcionada)
Tu
pesimismo y tu falta de visión es lo que más me molesta, te juro que…
JAVIER
(Interrumpe)
Espero
que cuando regrese estés más calmada. (Pausa) Yo voy a entregar el encargo y
regreso.
6.
INT. DÍA. APARTAMENTO DE JAVIER. SALA
Algunas maletas en el piso, sale Javier del
cuarto y más atrás María con lágrimas en los ojos y aspecto un poco descuidado.
JAVIER
(Cansado)
Sí,
sí… ya me lo has dicho antes.
Respira profundo rascándose la cabeza, en ese
momento suena el teléfono y Javier contesta mientras María se traga las
palabras de reproche y respira profundo.
JAVIER
(Amable)
¿Diga?
(Pausa) ¡Ah! si señora Ana, ¿Para cuando lo quiere? (Pausa)Sí para mañana mismo
se lo llevo.
Cuelga el teléfono y observa que María ya no
se encuentra parada en la sala. No le da importancia y se sienta, enciende la
lámpara y comienza a trabajar en una nueva joya. María sale del cuarto y sin
decir palabra alguna se dirige hacia la cocina. Luego de un rato Javier termina
el prendedor, se frota los ojos y observa el reloj, se levanta y camina hacia
el cuarto bostezando. María sale de la cocina vestida muy elegante, toma el
prendedor y sale de la casa sigilosamente.
7.
INT. NOCHE. APARTAMENTO DE JAVIER. SALA
Javier sale del cuarto hacia la sala y al no
ver el prendedor en la mesa comienza a buscarlo desesperadamente, en el piso,
dentro de los baúles, por todos lados.
JAVIER
(Nervioso, Grita)
¡María!
Pero no obtiene respuesta, parado en medio de
la sala se queda pensando. En ese momento escucha la voz de María, Javier se
asoma por la ventana; la observa vestida muy elegante bajándose de un carro,
luego abre la puerta de la casa y al ver a Javier allí parado en medio del
desorden, inicia otra discusión.
MARÍA
(Arrogante)
Antes
de que me digas algo, sólo lo tome prestado para ir al teatro. Ya era hora de
lucir estas cosas tan hermosas que tú haces…
JAVIER
(Molesto)
Nunca
me pediste permiso, además sabes lo peligroso de hacer eso… ¡Pusiste
en riesgo mi trabajo!
MARÍA
(Llora)
¡Como
siempre pensando sólo en ti! ¿No te alegra que por fin yo esté feliz? …Y hasta
un favor te hice luciendo este prendedor.
Se lo arranca de la ropa, y lo lanza sobre la
mesa. Llorando se dirige al cuarto y cierra la puerta.
Javier sorprendido, se sienta respira
profundo, se pasa las manos por el rostro, observa en la mesa el prendedor,
observa la puerta del cuarto, mira hacia el reloj y agacha la cabeza. Cuando la
levanta observa que son las doce de la noche, decidido se levanta, toma el
prendedor y abre la puerta del cuarto, enciende una lámpara, y se agacha al
lado de la cama donde María duerme. Le aparta el pijama de los pechos y sin
dudarlo le clava el prendedor en el pecho cerca del corazón, María abre los ojos bruscamente y
luego los cierra lentamente, mientras la sangre corre por las sábanas.
Javier se levanta, apaga la lámpara, y cierra
la puerta del cuarto.
Que Fuerteee!!!, bueno a veces nos prendemos o adueñamos de las cosas o personas y creemos que son solos nuestros y mas nadie los puede utilizar. y queriendo, queriendo somos capaces de quitar, a como de lugar a quien sea que se cruce en lo que consideremos nuestro camino...., parece un cuento, pero hay situaciones de vida que puede parecerse
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