Los Juguetes
Lucas y su familia están de
visita en casa de una tía. Los adultos conversan en la sala amenamente, la
hermanita de Lucas juega con su primita a las muñecas y Lucas entra al cuarto
de su primo adolescente que en ese momento no se encuentra en casa. Afiches de jugadores
de fútbol, autos de carrera, en una mesa una computadora portátil encendida y a
su lado varios fascículos de historietas viejas que llaman la atención de Lucas
y que inmediatamente se sienta en la cama para leerlos. En ese momento su primo
regresa a buscar el celular que había dejado en su cuarto y al sorprender a Lucas
leyendo sus historietas le dice:
-
¿Te gustan?
El primo de Lucas sonríe al
ver que Lucas deja de leerlas y nervioso las deja en su lugar.
-
Tranquilo, puedes quedarte aquí si quieres.
Yo ya vengo…
El
primo de Lucas sale del cuarto, Lucas se levanta y al hacerlo se le sale el
gurrufío del bolsillo y cae debajo de la cama, se agacha y lo busca, saca el
gurrufío y luego con rostro intrigado saca una caja repleta de juguetes viejos:
carros y pelotas de varios tamaños, metras, perinolas, un yoyo, piezas de lego,
piezas de memoria y de rompecabezas. Emocionado los saca uno a uno de la caja y
luego voltea al ver como su gurrufío desde el piso comienza a vibrar llamándolo
a una nueva aventura, sonriente lo toma para hacerlo girar hasta desaparecer.
Llega
a un callejón iluminado pero lleno de bolsas negras y cajas viejas, en una
esquina ve a una perinola que llora desconsolada, a un par de metras que se
abrazan, a un trompo que gira y gira desesperado y a una pelota de goma que
reposa tristemente mirando hacia el cielo. Lucas se les acerca y todos los
juguetes lo miran inquietos y nerviosos.
- ¿Qué
tienen? ¿Por qué están así?
- Estamos
solos y olvidados…
Le
dijo entre llanto la perinola y el trompo le dice desesperado:
- No
sabemos dónde están los niños.
- ¡Ah, pero si tú eres uno de ellos!
Una
de las metras se lo dice con rostro desconfiado mira a Lucas y agrega:
- Llevamos
solos mucho tiempo, no le gustamos a nadie…
Lucas
se les queda viendo pensativo, todos los juguetes lo observan en silencio hasta
que se levanta de un brinco y con rostro contento les dice:
- Los
juguetes deben estar en manos de los niños… ¡Sólo así serán felices! ¿Verdad?
Lucas
comienza a caminar y todos con rostros esperanzados lo siguen. Comienza a
silbar e invita a todos a que lo hagan también; una metra lo intenta pero al
poder sólo escupe, todos comienzan a reír a carcajadas, incluso el gurrufío
mágico de Lucas sale de su bolsillo, le guiña un ojo a Lucas y se les une a la
caminata. Lucas lo mira maravillado y contento.
Después
de varias calles, llegan a un parque donde hay tres niños y una niña sentados
en la grama con rostros aburridos y tristes pero que se levantan inmediatamente
al ver a Lucas y los juguetes, se les acercan y comienzan a jugar juntos. Los
juguetes brincan y ríen de la emoción al mismo tiempo en que Lucas y su
gurrufío se retiran juntos por la calle hasta desaparecer del lugar.
Al
regresar al cuarto de su primo Lucas aprieta el gurrufío en su mano con mucho
aprecio y lo guarda en su bolsillo, luego mira anhelante la caja de juguetes y
cuando se dispone a salir ve que su primo lo mira desde la puerta y le dice:
- Te
los regalo…
Y
metiendo las historietas en la caja, la levanta y se la entrega a Lucas.
- Llévatelo
todo y lo compartes con tus amigos de la escuela. Apuesto a que le darán más
uso que yo.
Le
guiña un ojo al mismo tiempo en que Lucas le agradece abrazándolo y sonrientes
ambos salen del cuarto.
Ilustración: Stefany Ojeda.
Me encanta!!
ResponderEliminarahhhhh Lucas!!!!!
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