La mayor

13 años de diferencia.

La flaca de toda la vida, la mamá de Joshua y Sasha, la que lucha, trabaja y da todo por sus hijos.

La hermana, la comadre.

La extremadamente cariñosa, que ama leer y hacer manualidades.

La que por tomar mucho vino empieza a ver personajes históricos, ella, la que baila raro y usa los mismos pasos para todas las canciones sin importar el género.

La que cuando se enoja hay que salir corriendo, la que es buena en matemáticas, pero también con las palabras.

Ella, la “arquitecta” que construía los nacimientos cada diciembre en casa; la que le gusta dormir, merendar en las tardes; la que prepara el mejor quesillo del mundo y aunque se esmere mucho en la cocina, las lentejas son lo que mejor sabe preparar.

*Lo más sabroso pues, siempre después del quesillo*

Cuando era muy joven viajó por varios países e inspiró a sus cuatro hermanas; ella la que hablaba mientras dormía, la romántica, la que lleva el nombre de la tía y en el segundo nombre el de ambas abuelas.

Ella, la primera de cinco, la que tiene su propia familia, pero con la que siempre se puede contar; la que lee siempre mis escritos… ella, mi hermana mayor.