Héroe
Para ser un héroe no se necesita una
capa, un traje especial o dinero. Para ser un héroe solo basta con usar el
corazón como brújula para vivir, solo basta con ser nosotros mismos, solo basta
con dar lo mejor de nosotros y confiar en la naturaleza misma del ser humano.
¿Cuántos héroes conocemos o reconocemos en nuestras vidas? Jorge Luis Borges
escribió: “Cada persona que pasa por
nuestras vidas es única. Siempre deja un poco de sí misma y se lleva un poco de
nosotros… Ésta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por
casualidad.” Padre, madre, hermanos, amigos, amores, desconocidos… todos tenemos
poderes extraordinarios, todos estamos en este mundo por una misión, todos nos
entrecruzamos y no por casualidad… todos podemos hacer de nuestras virtudes los
mejores instrumentos para la transformación y evolución del mundo. Cuando
compartimos, cuando convivimos, ayudamos, sonreímos, pero sobre todo cuando
amamos, nuestras almas y pieles están siendo transformadas, beneficiadas por el
poder de nuestros corazones y como resultado podemos llegar a salvar o ser
salvados.
El héroe puede poseer cualidades
infinitas, pero hay tres de las cuáles incluso el Tao Te King hace mención: La
primera es el amor (¡y es que está en todos lados y es inevitable!), la segunda
es la modestia y la tercera es la humildad. Por el amor nos convertimos en
seres valientes, por la modestia en seres generosos y por la humildad en seres
honestos; de esta manera prosperamos y podemos llegar a ser invencibles.
Porque incluso con el paso del
tiempo, incluso si la distancia es larga y aún después de nuestra muerte, el poder
de nuestros corazones puede seguir vigente en las almas de las personas a las
cuales les dimos parte de nuestro ser. Este
es el sentido de los verdaderos héroes, trascender al individuo para
convertirse en universales…
Ilustración: Seong-Hee Ju.
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