Metamorfosis


Nadie dijo que sería fácil, todo pasó muy rápido, decidir fue lo de menos, guardar cosas, vender otras, despedirse…
Lágrimas de todos y mi corazón encogido al verlos ¿Por última vez? No. Estaba y estoy convencida de que los volveré a ver. Dicen que tu país, el lugar, la tierra donde naces es como tu madre… por lo tanto, el amor es natural, incondicional… Y sientes un vínculo que ni el tiempo o el espacio puede romperlo.
Después de unas semanas alguien en esta nueva tierra me preguntó: ¿Qué es lo que más extrañas de allá? Por mi mente pasaron infinitas imágenes, rostros, lugares, sensaciones, sabores, recuerdos… Después de un suspiro hondo, le contesté: A mi gente…
El desorden de sensaciones y sentimientos que habitaban en mí desde el principio de este viaje, de este cambio, fueron infinitos… Si bien siempre soñaba con viajar a otras tierras, conocer nuevos lugares, probar comidas exóticas, aprender otros idiomas, hacer nuevos amigos… nunca había pensado en que sería por un tiempo indefinido, nunca pensé que realmente tenía que cambiar de lugar por tanto tiempo.
Los cambios son buenos, sí, lo sé… Había pensado que lo había aceptado, pero solo lo había simulado, así que después de tres meses de estar viviendo en este nuevo lugar, finalmente… lloré. Lo tenía acumulado en mi pecho y garganta y simplemente no lo dejaba salir, quizás por intentar parecer fuerte, quizás porque realmente no me había dado tiempo entre tantas actividades, entre tantas idas y venidas, entre tantos rostros nuevos en medio de esta nueva vida.
Efectivamente las cosas han cambiado… yo también lo he hecho. 
Dicen que el hogar es donde está tu corazón, y una parte del mío quedó allá en aquellas paredes de la casa donde crecí, en aquellos rincones donde aprendí a amar, en aquellas tardes de risas y cafés, en cada montaña y árbol de apamate florecido, en los viajes por carretera, en los rostros y abrazos de mi gente. 
Laten los viejos recuerdos en mi memoria, vivo y hago nuevos recuerdos aquí mientras sueño en el día en que regrese y me reencuentre con ese pedazo de mí que por estos momentos está ausente…

El tiempo pasa, nadie dijo que sería fácil, las cosas cambian… yo también lo hice. 
Mi piel ya no es la misma, pero mi corazón sigue fiel a sus raíces por eso sigo soñando como cuando era niña, por eso sigo creyendo en que el amor todo lo puede.

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