Serendipia


Los latidos de su corazón lo despertaron, abrió los ojos y vio flores por doquier, podía sentir en su alma el poder del amor… podía sentir un cambio repentino pero afortunado en sus venas. Era la primavera la que estaba enriqueciendo su alma y su piel. Sonrió, suspiró y cerró sus ojos para dejarse llevar por ella, para amarla, para amar al mundo, para amar la vida.  

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