Como si de una página en blanco se tratase.

¿Qué somos? ¿Quienes somos? 
¿Humanos, animales, agua, aire, alma, materia? Todo y nada.
Frágiles y fuertes. Capaces de crear y destruir al mismo tiempo. 
Dicen que las situaciones por las que pasas en la vida te hacen ser lo que eres en la actualidad, dicen también que todo está escrito, que todo tiene una razón...
Se dicen tantas cosas.
Una de las primeras preguntas que suelen hacer cuando vas a una entrevista de trabajo es: "¿Cómo te ves de aquí a 5 años?" Aunque hay algunos que se atreven a fantasear diciendo 10 o 15 años, como si tuviéramos el don de predecir el futuro cuando ni siquiera sabemos qué es lo que sucederá al día siguiente.
Desde pequeños nos enseñaron que el ciclo de la vida debe ser el mismo siempre, como si fuese una norma fija que nada ni nadie puede volver a escribir. Lo cierto es, que cada individuo escribe su propia historia, más allá de las creencias familiares o peor aún de esas creencias impuestas por una sociedad que siempre ha sido corrupta y oscura. 
Sí, planifiquemos un futuro, soñemos, trabajemos duro por eso que nuestro corazón y alma desea; pero es sano recordar que la vida no se rige de año en año sino de cambios internos y externos. Que hay cosas y situaciones que aunque nos explote la cabeza no tienen explicación, que también hay otras que ni siquiera merecen una, pero que luego con el paso del tiempo se convertirán en lecciones de vida que nos darán fuerza y sabiduría. 
Cada experiencia nos transforma en alguien distinto y al final de todo la misión no es otra más que vivir. Vivir día a día como si de una página en blanco se tratase. 
Somos escritores de nuestra propia historia, que a la vez se conecta con la de otros. 
Somos decisiones, somos guerreros y viajeros, somos emociones, somos piel y somos huesos.