Consuelo
La imaginación es mi amiga más fiel en esos momentos
donde me da por extrañarte, en esos momentos donde mi corazón se encoge y grita
tu nombre con cada latido. Estás lejos de mis ojos pero vives en mi sonrisa.
Sin embargo, eso no es suficiente para mí, no me
conformo, quiero más. Será la codicia la que me invade, será que mi paciencia
se ha esfumado, será que desconfío del tiempo… ese que está aumentando y
distanciando nuestros cuerpos.
Sentirte, ya lo hago. Solo quiero verte, escucharte,
abrazarte… El anhelo se desborda por mis poros. Veo como el sol se levanta cada
día, siento la brisa jugar con mi pelo, escucho el cantar de los pájaros y me
intrigo ante el misterio de la brillante luna cada noche; y tú aún no estás
aquí, y yo aún no estoy allá.
Nos faltamos.
Tú, que eres una parte de mí. Yo, que soy una parte
de ti.
Pero estamos mirando el mismo sol y la misma luna
del mismo mundo, estamos unidos a la realidad por un hilo muy fino, por un
deseo que late en nuestros corazones y que algún día cuando los planetas en mutuo
acuerdo se hayan alineado, cuando seamos lo suficientemente valientes y cuando
el tiempo sea solo una palabra, ese día, sentiré tus dedos en vez de la brisa acariciar
mi pelo y juntos jugaremos a descifrar el misterio de la luna las noches que
hagan falta.
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