Los Dibujos de Marian (Tratamiento de Guión)


En una tarde de cielo nublado, MARIAN, una niña de 11 años de edad, piel blanca, cabello negro y largo recogido con una cola, vestida con franela, pantaloncillos cortos y zapatillas deportivas; y LAURA, su madre de 45 años de edad, piel blanca, cabello negro y corto, de contextura delgada, vestida con jeans, camisa y sandalias, caminan por el centro de la ciudad, en sus manos llevan varias bolsas de compras de útiles escolares. Cuando llegan a una gran avenida se detienen antes de cruzar pues Marian recuerda que ha dejado una caja de colores en la última tienda y corre en dirección contraria para ir a buscarlos. Laura la espera mientras ve pasar a la gente, ayuda a una señora a bajar el coche de su bebé hasta la calle para cruzar rápidamente, ríe tímidamente cuando un señor al otro lado de la avenida se tropieza y casi cae y mira molesta a los carros que sin esperar que el semáforo cambie de color comienzan a sonar sus cornetas. Laura voltea y ve que Marian viene a lo lejos de regreso con la caja de colores en mano y sudor en su frente, ambas sonríen, en ese momento un carro sin control del otro lado de la avenida se desvía y atropella a Laura frente a los ojos de Marian. La gente se amontona alrededor de la escena tropezando incluso a Marian que aún se encuentra parada con la mirada perdida; escucha los murmullos de la gente mientras dicen que el conductor del auto también está muerto, se escuchan sirenas de ambulancia a lo lejos, Marian deja caer la caja de colores lentamente, se desploma al piso y comienza a llorar desconsoladamente.
Seis meses después, Marian y MANUEL, su padre, de 48 años de edad, de estatura alta, contextura delgada, piel morena, cabello negro, lentes, vestido con pantalones marrones, camisa blanca manga larga y zapatos negros, salen del consultorio de un psicólogo y se montan en su auto. Manuel maneja mientras observa de reojo a Marian que mira por la ventana. Manuel le dice que puede buscar alguna actividad para distraerse y que quizás así pueda curarse, Marian voltea, lo mira y le dice que lo que ella tiene no es una enfermedad, es tristeza, rabia y dolor. Al llegar a casa, se baja del auto y se encierra en su cuarto ante la mirada afligida de Manuel. Su hermana mayor, MIRIAM, de 21 años, cabello largo de color castaño, piel blanca y estatura alta, se encuentra en la cocina preparando la cena, conversa con Manuel sobre lo sucedido en la consulta del psicólogo; al mismo tiempo MIGUEL, el hermano de 18 años de edad, piel morena, de estatura baja, vestido deportivo con gorra y zapatos de goma, se acerca a la cocina con audífonos puestos en sus oídos e indiferente ante Miriam y Manuel toma las llaves de la mesa y sale. Manuel lo sigue molesto hasta la entrada de la casa donde lo detiene, le quita los audífonos y le grita, ambos discuten sobre su actitud, sobre su futuro, sobre su madre; Miriam decide ir hasta el cuarto de Marian. Toca la puerta pero ella no contesta, intenta abrir pero está cerrado. Miriam toca un par de veces más hasta que Marian le abre la puerta. Ambas se sientan en la cama mirando hacia la pared, a lo lejos se escucha la discusión entre Manuel y Miguel. Miriam toma un portarretrato con la foto de Laura que está encima de la cama, suspira profundo y conteniendo las lágrimas rodea con un brazo a Marian que deja caer su cabeza en el hombro de su hermana. Miriam y Marian entran a la cocina, ven que Manuel se encuentra sentado en la mesa con una botella a medio terminar, ellas intercambian miradas, sirven la comida y se sientan a comer en silencio. Manuel toma la botella, se levanta y se va hasta su cuarto. Al terminar de comer Miriam recibe una llamada de su novio, habla con él amenamente por teléfono mientras que Marian se retira en silencio hasta su cuarto. En el cuarto de Marian hay una mesa cercana a la ventana y encima de ella se encuentran varios cuadernos, libros, blocks de dibujos, lápices y una caja de colores. Ella se deja caer boca abajo en la cama, se voltea y al ver la caja de colores brotan de sus ojos algunas lágrimas, rápidamente se sienta, se limpia la cara y se acerca hasta la mesa, enciende la lámpara y comienza a ordenar las cosas, de uno de los libros se caen dos fotografías, una de ellas cuando era una bebé en brazos de Laura y otra donde aparece toda la familia reunida celebrando un cumpleaños. Marian las recoge, suspira, se sienta cerca de la mesa y sin control comienza a llorar hasta quedarse dormida. En un parque rodeados de muchas flores de colores se encuentra Laura sentada en el césped mientras lee un libro, Marian cercana a ella la dibuja en su block. Cuando termina, se lo enseña a Laura, ella le dice que tiene talento y que dibuja muy bien, ambas intercambian sonrisas. Marian despierta al día siguiente con los ojos hinchados, observa las cosas de la mesa, toma uno de los blocks y revisa algunos de sus dibujos, sonríe, se levanta y sale del cuarto.

Cuando entra a la cocina ve que no hay nadie en casa, lee una nota de Miriam que dice: “Estaré en la calle todo el día”; en ese momento llega su hermano Miguel, tira las llaves en la mesa, va hasta su cuarto busca un bolso, toma las llaves de nuevo y se va sin despedirse. Marian se sienta frente a la mesa de su cuarto, saca punta al lápiz y comienza a dibujar en el block. Primero hace algunos trazos, luego los borra, y así un par de veces más hasta romper la hoja, frustrada la arranca y la tira en la papelera. Después de varios intentos ella logra dibujar el patio de una casa con una familia reunida y un par de niños que juegan con un perro; escucha mucho ruido y voces así que se levanta, se estira y con curiosidad se acerca hasta la ventana, mueve un poco la cortina y ve que hay un camión de mudanza frente a la casa de al lado. LEONARDO, un señor de 48 años, piel blanca, cabello castaño y estatura alta que viste deportivamente saca montones de cajas, maletas y muebles del camión y se los pasa a dos chicos: SEBASTIÁN de 16 años de edad, piel blanca, cabello negro y un poco largo y ANTONIO de 13 años, piel blanca, cabello corto y negro. Ambos van metiendo las cosas a la casa, un perro de raza labrador retriever sale de la casa tras ellos y comienza a jugar con una pelota que Antonio le lanza. Luego, ANA, una señora de 46 años de edad, piel blanca, cabello rubio y de estatura baja, sale de la casa, los llama e inmediatamente detrás de ella Leonardo y Sebastián entran a la casa menos Antonio que sigue jugando con el perro. Marian suspira, suelta la cortina pero entonces decide asomarse una vez más y cuando lo hace ve que Antonio se encuentra observando curioso hacia ella, Marian nerviosa se aleja de la ventana y se sienta en la mesa, comienza a colorear su dibujo. En la noche, ella se acerca a la cocina y ve que solo se encuentra Manuel sentado en la mesa tomando un vaso de su licor favorito con las luces apagadas, ella se acerca en silencio y saca de una lata de aluminio un par de galletas y justo cuando va de regreso hasta su cuarto, tocan el timbre, ella voltea y cruza miradas con Manuel. El timbre vuelve a sonar, Manuel enciende las luces y se acerca para abrir la puerta, Ana y Leonardo saludan a Manuel y se presentan como los nuevos vecinos. Marian acostada en su cama mira hacia la fotografía de Laura, luego voltea hacia la ventana pues escucha los ladridos del perro de los nuevos vecinos, al mismo tiempo Manuel toca la puerta, ella se voltea y se hace la dormida cuando su padre entra y se para al lado de su cama para conversar con ella. Al día siguiente Marian vuelve a dibujar, esta vez a un bosque de árboles, algunas flores y lluvia que cae en gotas finas, luego hace una serie de dibujos del nacimiento de una mariposa, desde que es una pupa de oruga hasta su transformación final, salida y vuelo por el cielo azul. Mientras tanto Miguel sale del supermercado donde trabaja, se despide de sus compañeros y luego se reúne en la esquina con un par de amigos, uno de ellos le entrega un paquete envuelto y Miguel lo guarda en su bolso, luego el otro que se encuentra preparando algunos porros, le entrega uno a cada uno, lo encienden y comienzan a fumarlos mientras conversan de sus cosas. Miriam que pasa por allí en el carro de su novio, lo ve y le dice a su novio que se detenga, se baja del carro y confronta a Miguel. Manuel estaciona su carro frente a la casa, se baja con una bolsa de comida y tres más de botellas de licor, en ese momento llega Miriam que se baja del auto después de besar a su novio. Manuel la detiene en la entrada de la casa pidiéndole explicación, Miriam ve la bolsa de botellas, le responde secamente y se mete a la casa. Manuel entra tras ella e inicia una discusión mientras Marian al escucharlos se levanta y pone seguro en su cuarto, al intensificarse los gritos Marian se lleva las manos a los oídos. Antonio que llega a su casa se detiene al escuchar el alboroto, intrigado se asoma despacio hasta la ventana del cuarto de Marian y entre las cortinas la ve a ella sentada en la mesa llorando con un portarretratos apretado en su pecho. Leonardo, Ana, Sebastián y Antonio comen juntos, conversan sobre la familia de Marian y la desgracia que está pasando esa familia últimamente. Marian revisa sus dibujos sentada en su cama, suspira y cuando está dispuesta a apagar la luz de la lámpara escucha que alguien toca su ventana, asustada mira hacia ella y ve que Antonio está parado frente a ella, lo mira desconfiada y acomoda las cortinas para que nada se vea, apaga la luz y cuando va a regresar hasta su cama escucha un ruido en la ventana pero ella simplemente cierra los ojos y lo ignora. Miriam toca la puerta del cuarto de Marian varias veces pero al no obtener respuesta se va. A la mañana siguiente Marian se levanta y ve que hay una carta en su ventana, la ignora y luego ve que hay una hoja en el piso cerca de la puerta, la toma y ve que es una nota de su hermana Miriam. Marian con rostro decepcionado arruga la hoja y la lanza a la papelera, sale del cuarto. En la cocina se prepara el desayuno y se lo lleva hasta su cuarto, cierra la puerta. Leonardo y Ana van en el carro conversando sobre su reciente mudanza y los planes de futuro de la familia. Miguel está parado esperando cerca de un instituto, un par de chicos y una chica se le acercan, lo saludan y mientras uno de ellos le pasa algunos billetes, Miguel les pasa un paquete pequeño envuelto en una bolsa. Sebastián vestido con el uniforme de ese instituto camina apurado pero uno de los chicos que está con Miguel lo llama, Sebastián voltea y al ver a sus amigos hablando con Miguel, se acerca. Marian dibuja en su cuarto a una niña de espaldas mirando por una ventana, luego se detiene y recuerda la carta en su ventana, voltea, duda un momento pero luego se levanta y la toma, la lee, sonríe un par de veces, al terminar ve hacia la papelera pero luego decide asomarse por la ventana, ve hacia la casa y sonríe al ver al perro que juega con su cola. Antonio regresa de su colegio y al ver a Marian que sonríe mientras ve a su perro, decide acercarse emocionado. Marian se da cuenta y se agacha debajo de su ventana. Antonio toca su ventana, pero Marian nerviosa con la carta en manos decide no asomarse ni contestarle. Antonio deja su bolso a un lado y decide esperar en silencio. Cuando Marian se levanta y se asoma, lo ve agachado acariciando al perro cerca de su ventana. Marian abre la ventana, Antonio se levanta emocionado, se saludan y él la invita a salir para conocerse mejor. Marian lo mira desconfiada, él le insiste y luego le dice que puede salir y dibujar en el patio de su casa. Ella duda pero accede nerviosa. Se sientan en el patio y mientras Antonio observa cada dibujo en el block de Marian, ella acaricia al perro y juega con el. Antonio la observa y sonríe, le tira una pelota al perro para que la busque y le entrega el block a Marian. Él sabe persuadirla para que ella converse con él, y mientras termina su dibujo poco a poco le cuenta sus cosas. Ese día nace la amistad entre ambos. Cuando termina de dibujar Marian arranca la hoja del dibujo y se la entrega a Antonio, en ese momento Ana sale de la casa, los ve a ambos y los invita a merendar pero Marian decide tomar sus cosas e irse rápidamente a su casa sin despedirse. Antonio decepcionado entra a su casa con el dibujo de Marian en manos. En la noche Sebastián se encuentra con Miguel fuera de la casa, se montan en la moto de Miguel y se van a una cancha donde varios amigos se encuentran jugando baloncesto, otros sentados con sus novias mientras toman de la misma botella de licor. Sebastián duda por un momento al ver todo aquello pero se convence al ver que el mismo lugar se encuentra la chica que le gusta. Antonio en su cuarto mira por su ventana hacia el cuarto de Marian, luego mira su dibujo y sonríe. En la cocina Ana le pide a Leonardo que hable con Sebastián porque en los últimos días se encuentra muy extraño, además le exige que le de más dinero para comprar las cosas de la casa. Leonardo le comenta de su situación económica, entonces ambos planean el futuro ascenso de Leonardo en la empresa. Antonio sale escondido y toca la ventana del cuarto de Marian, ella se asoma y la abre, él le entrega un paquete de galletas de chocolate, luego se va rápidamente pues el perro al verlo comienza a ladrar. Marian se sienta en su cama y después de comer un par de galletas, se acuesta abrazando la foto de Laura pero esta vez con una sonrisa en su rostro. Al día siguiente, Antonio espera que Manuel salga de la casa para visitar a Marian. En la mesa de la cocina Antonio comienza a estudiar para un examen en compañía de Marian que abre su block y le pide a Antonio una idea para dibujar. Él le sugiere que dibuje a dos personas mirando hacia el cielo de noche con algunas estrellas fugaces. Al caer la tarde llega Miriam a casa, se sorprende al ver a Marian fuera de su cuarto y acompañada de Antonio. Miriam le pide disculpas a Marian pero ella la ignora. Miriam se molesta, se mete en su cuarto por un rato mientras Marian le pide a Antonio que se vaya. Marian se mete en su cuarto, comienza a colorear, Miriam le toca la puerta pero ella no accede, luego cuando Marian escucha el sonido de la puerta principal, se asoma por la ventana y ve que Miriam sale y se monta en el carro de su novio con una maleta. Marian suspira decepcionada e inmediatamente se acuesta en su cama boca abajo, se queda dormida por un momento. Cuando despierta, sale al no escuchar a nadie en casa y ve que Manuel le ha dejado una nota que dice: “Hoy regresaré tarde Marian, recuerda comer antes de dormir”, Marian se burla de la nota. Después de bañarse y vestirse, Antonio toca a su ventana y la invita a salir mostrándole unos sándwiches. Marian sale con el block y un lápiz en sus manos, Antonio le sonríe, se sientan en la entrada, comen juntos y conversan un rato. Marian abre el block para comenzar un nuevo dibujo, en ese momento una brisa fuerte sopla moviendo su cabello suelto, Antonio la mira y le sonríe, pero los ojos de Marian se desvían hasta el cielo pues ve una estrella fugaz pasar, le dice a Antonio, éste sube la mirada y juntos ven pasar otras tres estrellas fugaces. Emocionados miran hacia el cielo, intentan pedir deseos, luego ríen y se miran entre ellos, de nuevo una brisa sopla, la hoja del block se mueve hasta la de su último dibujo: el de dos personas mirando hacia el cielo con estrellas fugaces, ambos miran el dibujo y después se miran entre ellos, confundidos y emocionados ven que ha sucedido lo mismo del dibujo; entonces al revisar algunos de sus dibujos anteriores ambos se sorprenden que el mismo día de la mudanza de su familia coincide con el dibujo de Marian; luego recuerdan cosas que se asemejan a sus otros dibujos. Extrañados pero sobre todo asombrados deciden guardarlo en secreto. Esa noche Marian se acuesta en su cama con la foto de Laura en manos como siempre, curiosa comienza a hablar con ella, le cuenta de su extraño poder y le cuenta de Antonio. Por otro lado, Antonio acostado en su cama ve el dibujo de la niña sola de espaldas que mira por la ventana, sospecha que la del dibujo es Marian, luego recuerda su mirada y cabello moviéndose con la brisa, suspira, apaga la luz de la lámpara de noche y cierra los ojos con una sonrisa en su rostro. Miguel se despide de Sebastián y cada uno entra a su casa. Leonardo lo mira con rostro molesto y se encierra con él en su cuarto. Ana prepara el desayuno con ayuda de Antonio mientras le pide que la acompañe a comprar un vestido para una fiesta del trabajo de Leonardo, Antonio inventa una excusa para librarse y así poder reunirse con Marian esa noche. Esa mañana la familia de Marian se encuentra reunida en la sala, Manuel con rostro frustrado les dice a sus hijos que ha sido despedido de su trabajo, Miriam y Miguel sentados distantes uno del otro lo miran indiferentes, Marian parada lejos de ellos los mira a todos decepcionada. Miriam se levanta molesta y comienza a reclamarle a Manuel, Marian solo los observa en silencio y después de un rato simplemente se retira a su cuarto mientras que la discusión entre los tres se intensifica. Miriam deja hablando solo a Manuel y se va de la casa, Miguel se levanta, toma un pan, algunas galletas y un jugo de la cocina y se va sin siquiera mirar a Manuel que inmediatamente comienza a tirar las cosas de la sala y luego se tira en el piso a llorar. Marian sabe que con su poder recién descubierto puede hacer algo por lo menos para que su padre consiga trabajo, así que se sienta en la mesa y decide ponerse a dibujar. Al mismo tiempo Manuel va a la cocina y cuando decide tomar una botella de su licor preferido recibe una llamada a su teléfono celular de un viejo amigo que le pide verse para que lo ayude con su nuevo negocio. Manuel acepta sorprendido y decide reunirse rápidamente. Así que toma las llaves de su carro y sale. Marian en su cuarto se encuentra terminando de colorear a Manuel frente a un gran edificio. El amigo de Manuel lo espera parado cerca de un gran edificio que tiene un gran letrero que dice “Imprenta”, ambos se saludan, se ponen rápidamente al día con las noticias de sus vidas y cuando entran al edificio comienzan a hablar del empleo de Manuel en esa nueva empresa. Marian nerviosa mira el dibujo terminado, luego mira la hora y se asoma por la ventana, en ese momento Antonio llega a su casa, ambos se saludan y él le hace señas de que espere un momento. Al rato ambos conversan sentados en la entrada de la casa de Marian, ella le cuenta lo de su padre. Antonio le propone que realice otro dibujo mientras esperan que lleguen sus padres así que ella abre su block y comienza a dibujar pero a espaldas de Antonio. Manuel llega a la casa, Marian cierra el block rápidamente y Antonio se levanta para saludarlo. Marian mira nerviosa a su padre mientras éste le da las buenas noticias, además le entrega una nueva caja de colores, Marian la acepta y deja escapar algunas lágrimas, ambos se miran a los ojos por primera vez y se sonríen. Antonio decide irse a su casa pues Leonardo y Ana llegan en ese momento. Manuel y Marian entran en casa y preparan la cena en silencio pero contentos al mismo tiempo. En casa de Antonio, Ana discute con Leonardo por lo sucedido en la fiesta, el despido masivo de la empresa es inevitable. Antonio los escucha discutir en su cuarto pero decide ignorarlos mientras ve a Marian dibujar por la ventana. Marian encerrada en su cuarto termina de colorear el dibujo luego voltea hacia la ventana y saluda a Antonio, él le hace señas y en minutos se encuentra tocando a su ventana. Marian la abre y le enseña el dibujo, al verlo inmediatamente Antonio le dice que se asome un poco más, ella lo hace y él la sorprende con un beso. Ambos sonríen, luego se despiden, Antonio entra a su casa y Marian luego de ver el dibujo en la mesa de dos chicos besándose en una ventana, se acuesta y apaga las luces de su cuarto. Esa misma noche pero un poco más tarde Miguel y Sebastián llegan y se sientan en las afueras de sus casas a contar un dinero pero una patrulla de policía pasa en ese momento, se detiene y les comienza a hacer preguntas, al revisar a Miguel le descubren varios paquetes de marihuana y cocaína en sus bolsillos. Al escuchar el ruido de afuera Ana y Leonardo se asoman y al ver a su hijo con la policía salen desesperados; al mismo tiempo y al escuchar el escándalo formado por Ana, Manuel sale. La policía se lleva a ambos chicos. Leonardo inmediatamente culpa a Manuel de lo sucedido, Ana alterada comienza a golpearlo. Antonio y Marian salen a terminar la discusión y ambas familias se retiran a sus casas. Marian calma a su padre cuando éste rompe en llanto, ella también llora. Antonio calma a sus padres pues aún siguen alterados y discuten entre ellos. Antonio los convence de no denunciar a Manuel y sin querer les cuenta del poder de Marian y sus dibujos. Leonardo no le cree y sale rápidamente en busca de Sebastián. Ana se queda con Antonio hablando sobre Marian y su familia, ella le pide que para creerle debe demostrárselo así que planea una reunión con Marian, Antonio duda y se arrepiente de haberle contado a sus padres pero ya no hay vuelta atrás. Leonardo llega a casa con Sebastián. En su cuarto, Ana convence a Leonardo de no demandar a Manuel y le cuenta sobre Marian y las posibilidades que tiene de ayudarlos a mejorar su vida y estatus social. Antonio preocupado se duerme mientras observa por la ventana hacia la casa de Marian. Al día siguiente Antonio vestido con el uniforme del colegio invita a Marian a merendar en su casa. Mientras tanto Manuel visita a Miguel en la comisaría y luego se va rápidamente a su trabajo. En la tarde Antonio busca a Marian y juntos se van a su casa. Ana les sirve unas merengadas y pone algunas galletas en una bandeja, Leonardo llega en ese momento del trabajo y se une a ellos mientras que Sebastián los escucha distantes desde su cuarto. Ana rompe el silencio incómodo y le dice que ya ellos saben de su poder al dibujar y que para olvidar por completo todo lo pasado con Miguel debe hacerles algunos dibujos; Marian voltea sorprendida, mira a Antonio pero éste apenado baja la cabeza en silencio. Marian se levanta y dice que pensará la propuesta en su casa, se va sin despedirse pero Antonio la alcanza en la entrada, le pide disculpas pero ella se va sin decirle nada. Esa tarde mientras Ana hace algunas compras en el supermercado les comenta a algunas vecinas lo de Marian, todas comienzan a especular, criticar e incluso a burlarse de toda esa familia. En la noche ya todos los vecinos de la cuadra hablan de Marian, se asoman a la casa y miran expectantes hacia dentro mientras conversan. Marian nerviosa cierra todas las puertas y ventanas, ve sus dibujos, recuerda la conversación con los padres de Antonio, recuerda el rostro de Antonio y después que ve la foto de Laura, la toma y rompe a llorar. Leonardo intenta convencer a Ana de olvidar todo y volverse a mudar pero ella ya está obsesionada con la idea de que Marian los puede ayudar a obtener todo lo que desean así que decide ir a buscar a Marian a su casa para terminar de convencerla, Leonardo la sigue y Antonio al escuchar todo decide ir tras ellos para evitarlo, sin embargo cuando están frente a la casa y tocan a la puerta, Marian abre de inmediato y les dice que no va a dibujar nada, luego mira a Antonio y le dice que se olvide de ella, cierra la puerta y Ana alterada comienza a gritar molesta y a crear alboroto con algunos vecinos que por allí se encuentran. Al mismo tiempo unos periodistas llegan en un carro y comienzan a investigar con los vecinos sobre Marian y la historia de la familia. Antonio se desespera, comienza a llorar e intenta hablar con Marian por la ventana pero ella no le responde. Manuel llega y se sorprende al ver tanta gente cerca de su casa, empuja e ignora a los que se le acercan y logra entrar a la casa, llama a Marian y al no escuchar respuesta, toca la puerta de su cuarto pero al ver que está cerrada intenta derribar la puerta, sin embargo Marian le abre y al mismo tiempo se desmaya un poco en brazos de Manuel que la lleva rápidamente a la cama al darse cuenta que tiene fiebre. Marian le cuenta lo sucedido, Manuel sorprendido y arrepentido le pide perdón a su hija por todo, ella le pide quedarse sola. Manuel llama a Miriam que regresa a casa inmediatamente, ambos miran preocupados a Marian y luego miran hacia afuera donde todavía se encuentran algunos vecinos reunidos incluyendo a Ana y Leonardo que conversan mientras señalan a la casa. Miriam entra al cuarto y con paños calientes en la frente de Marian logra que le baje la fiebre, aprovecha el momento a solas con ella y le pide perdón por su actitud. Manuel sentado en la sala con las luces apagadas vigila por la ventana hasta quedarse dormido. Marian sueña esa noche con su madre, con Antonio, luego con el accidente y despierta asustada, se levanta con respiración débil y comienza a tirar los blocks de dibujo en la papelera, luego los lápices y también los colores, llora y se cae al piso. Miriam entra al cuarto, le ayuda a levantarse y la lleva a la cama, se da cuenta de que tiene fiebre otra vez así que le dice que se vista para llevarla al médico. Marian rechaza a su hermana y le dice que quiere estar sola, que no quiere ver ni hablar con nadie y mucho menos salir de la casa. Ana vigila la casa mientras Leonardo sale a trabajar y Sebastián y Antonio al colegio. Antonio con rostro cansado y triste mira hacia la casa de Marian mientras se aleja caminando. Miriam sale un momento a comprar medicina para Marian mientras ella duerme, Antonio la ve entrar en la farmacia y preocupado decide no ir a clases e irse hasta la casa de Marian. Toca la ventana de su cuarto pero al no obtener respuesta decide sacar un cuaderno de su bolso, escribe una carta y la mete por la ventana. Marian lo escucha y como puede se levanta de la cama, abre la ventana y Antonio al verla tan decaída deja escapar algunas lágrimas. Se sube como puede a la ventana y entra al cuarto de Marian, la abraza y le pide perdón. Marian lo perdona y aún abrazados ella le cuenta que tiene un plan para mejorar todo, pero debe comenzar a dibujar de nuevo. Antonio no está de acuerdo con ella pero le ayuda a sacar las cosas de la papelera y las coloca encima de la mesa, al escuchar que Miriam llega a la casa, él se despide rápidamente, le da un beso, ella le sonríe tímidamente y él cuando sale por la ventana llora desesperadamente. Ana ve a Antonio y le pregunta por Marian pero él entre lágrimas le grita que lo deje en paz y entra a su casa corriendo. Miriam entra al cuarto de Marian, le da la medicina, luego sale a la cocina y Marian aprovecha para tomar un block, un lápiz y comienza a dibujar mientras está acostada en cama. Dibuja temblorosa pues la fiebre es alta y su visión es borrosa pero aún así no desiste, en una hoja hace a Laura que la espera sentada en un banco de la plaza mientras ella camina en su encuentro, en otra hoja dibuja a Laura sentada en una nube y a ella subiendo por una escalera para llegar hasta la nube de al lado y en otra hoja comienza a dibujar el momento del accidente pero se duerme a medio terminar. Cuando Marian entra de nuevo en el cuarto se da cuenta de sus dibujos y llora, ve que Marian se encuentra aún peor pues la fiebre empeora y empieza a delirar. Miriam desesperada llama a Manuel y luego al intentar sacar a Marian para el hospital se da cuenta de que afuera de su casa se encuentran varios vecinos reunidos y algunos periodistas con cámaras esperando que alguien salga mientras tocan la puerta con insistencia. Manuel intenta regresar a su casa pero el tránsito de la ciudad se lo impide y queda atascado en medio de un montón de carros y autobuses. Mientras tanto Miriam decide acostar de nuevo a Marian, le da la medicina, le pone paños de agua caliente pero luego de unas horas se queda dormida. Antonio intenta volver a visitar a Marian pero Leonardo se lo impide, Ana en cambio pide que lo deje ir y los tres comienzan a discutir. Entre tanto caos Sebastián decide tomar un bolso con sus cosas e irse de la casa sin que nadie se de cuenta. Marian sueña con su familia reunida en la casa, todos sonríen y se divierten, luego sueña que está viendo a las estrellas junto a Antonio y de último sueña que se encuentra en su cuarto dibujando, de repente Laura entra, la observa dibujar y ella al darse cuenta de la presencia de su madre, se levanta emocionada y la abraza fuertemente hasta fundirse en luz. Marian despierta sin fiebre, abre los ojos, suspira, se sienta en la cama, ve que ya es de noche, en silencio y despacio se levanta hasta la mesa, toma uno de sus blocks, un lápiz y comienza a dibujar emocionada. Luego de unos minutos escucha a Miriam llamarla mientras llora desesperadamente, cuando voltea ve que Miriam está encima de su cuerpo que yace en su cama sin vida. Marian al verse a sí misma se asusta e inmediatamente cierra sus ojos, llora, llama a Laura y ésta aparece para abrazarla. 

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